Descubre cómo el Real Madrid cambió el destino de un partido plagado de emoción y talento.
En una noche inolvidable en el Etihad Stadium, el Real Madrid demostró por qué es considerado uno de los equipos más grandes en la historia de la UEFA Champions League. Conduciendo un encuentro que pintaba adverso desde sus primeros compases, los dirigidos por Carlo Ancelotti lograron remontar un marcador en contra para llevarse una victoria de 2-3 contra el Manchester City en el enfrentamiento de ida de los octavos de final.
El contexto del partido mostraba a dos equipos en etapas distintas de su temporada, pero una vez iniciado el encuentro, estos contrastes poco pesaron en el terreno de juego. A pesar de que el equipo local contaba con todas sus estrellas alineadas, los visitantes se vieron obligados a adaptarse con Aurélien Tchouaméni y Federico Valverde en posiciones defensivas atípicas para ellos.
El asedio madrileño comenzó temprano con oportunidades para Kylian Mbappé y Ferland Mendy, que anticipaban una noche llena de ocasiones. El Manchester City, sin embargo, mostró su capacidad de resiliencia y, con una jugada iniciada por Jack Grealish, abrió el marcador mediante Erling Haaland. El noruego finalmente pudo celebrar un gol frente a los merengues después de cinco encuentros cara a cara.
Los intentos de los visitantes no cesaron y Vinícius Júnior estuvo cerca de romper la paridad con un disparo que resonó en el travesaño. La lesión de Grealish no mermó el empuje ciudadano, que pudo cerrar una destacable primera parte con Phil Foden en el campo y una ventaja que dejaba presagiar más goles.
La segunda parte llegó y con ello la reacción también se presentó, evidenciada en intentos de Bellingham y Mbappé que culminaron con un tiro libre finalizado en gol del francés para equilibrar la balanza. Real Madrid se volcó al ataque y recordó al Manchester City sus anteriores desventuras europeas. Sin embargo, en un giro inesperado, Haaland desde el punto de penal volvió a adelantar a los locales.
Ancelotti respondió con astucia táctica y la introducción de Brahim Díaz, cuyo impacto fue inmediato al empatar el encuentro con su primer toque del balón. En un final que mantuvo a todos al borde del asiento, una arremetida de Vinícius culminó con un gol agónico de Bellingham, dando la ventaja definitiva al Real Madrid. La emocionante conclusión pone al conjunto blanco con un pie adelante para el partido de vuelta programado para el próximo miércoles 19 de febrero a las 17:00 horas.