Novak Djokovic impone su experiencia en un duelo reñido y se prepara para el próximo reto contra Zverev. Sigue leyendo para conocer los detalles.
El serbio Novak Djokovic, una leyenda viviente del tenis, continúa acumulando éxitos y esta vez ha sumado uno más al vencer al joven prodigio español Carlos Alcaraz en cuartos de final del Abierto de Australia. Avanzando con convicción hacia las semifinales, Djokovic demuestra por qué sigue siendo uno de los jugadores más destacados del circuito.
El partido no fue un camino de rosas para el balcánico, quien inició con cierta dificultad ante el empuje de Alcaraz. El primer set fue para el español, pero Djokovic, con la sofisticación táctica que lo caracteriza, revirtió la situación y desplegó su espectro completo de habilidades para imponerse en los tres sets siguientes, concluyendo con marcadores de 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4 tras 3 horas y 35 minutos de juego intenso.
A pesar de algunas señales preocupantes de problemas físicos al principio, el nativo de Belgrado logró erigirse en una muralla infranqueable, neutralizando la ofensiva de Alcaraz desde el fondo de la cancha. Repeliendo cada ataque, estableció su dominio con un servicio implacable y una estrategia que erosionó la confianza del joven murciano.
Djokovic, quien fuera en múltiples ocasiones el número uno del mundo, ahora se enfrentará contra el alemán Alexander Zverev en una semifinal que promete ser electrizante. Con un historial de 12 enfrentamientos en los que Zverev ha obtenido ocho victorias frente a las cuatro de Djokovic, el duelo no solo será un enfrentamiento entre dos titanes del tenis, sino una revancha donde el serbio buscará ajustar cuentas.